Seguimos con la temática híbridos, en esta ocasión usaré a mi modelo Germán para crear una criatura fusión de una cebra y su cuerpo ruso (últimamente solo trabajo con personas muy internacionales). Y para muestra un botón, aquí abajo lo tenéis en toda su gloria sujetando un palo de fregona, que usaremos con una finalidad concreta. Así que empecemos, en primer lugar, a cambiarle el color de su piel.
Lo que tiene ser una cebra es ser muy duotono, hay gente que verá rayas negras en un cuerpo blanco, y otras que rayas blancas en un cuerpo negro, y como veis, a juzgar por mis negritas, soy de los primeros. A veces, en nuestros orígenes, cometíamos un error básico y mortal que no volveréis a repetir después de
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Intento ser todo sabiduría y transmitírosla tan bien como puedo, por ello os comunico que un estudio científico -no me preguntéis cual, lo leí en la Muy Interesante- demuestra que no se aprende de los errores, sino que a nivel neuronal aprendemós más de nuestros éxitos. Y como pienso en vuestro bienestar psíquico, no os voy a traumatizar más y voy a explicar el maravilloso mundo del Blanco y Negro.
Existe una maravillosa herramienta en Photoshop que se se encuentra en Imagen > Ajustes > Blanco y Negro. Con ella podemos equilibrar una amplia gamma de tonalidades independientemente, que nos permite ajustar la conversión de acuerdo a nuestras necesidades y controlar la dominante de color. Como veis, Germán es rosadete y tenemos una dominante roja, así que usamos el filtro rojo preestablecido por Adobe. Personalmente, prefiero usar siempre los ajustes predefinidos, ya que vienen configurados para una aplicación óptima; podéis intentarlo vosotros mismos, veréis como es muy fácil que se genere ruido, y en consecuencia, una pérdida demasiado grande de información.
Al igual que hice con mi Quimera, vamos sustituyendo las partes del cuerpo de Germán por las del animal. Para empezar tenemos que quitarle los calcetines y ponerle los zapatos de cebra, sin preocuparme mucho por la extraña posición que tiene ahora, ya lo arreglaremos después.
Una vez solucionado el tema de las patas, seguimos adaptando las rallas a todo su cuerpo. La clave está en superponer capas con un modo de fusión sobre-exposición lineal con un relleno moderado, al 70, 80 por ciento dependiendo de las sombras. Con ello no disminuimos su transparencia (opacidad se ocupa de ello), sino la medida en que el efecto de fusión se aplica.
Y otro punto básico es el dominio de la opción deformar. Para ahorraros tiempo, el atajo por defecto de Photoshop es Ctrl + T para activar la Transformación Libre, y después podemos ir a Edición > Transformar > Transformación Libre para que aparezca la malla de distorsión. A partir de CS5 el botón de deformación libre se activa en la barra de menú secundario (el superior), así que es una manera más rápida de acceder a él.
Aquí vemos un detalle de cómo aplicamos a la cara las rayas de la cebra y su crin. También oscurezco sus ojos para que recuerden a los de un caballo, y le alargo una línea vertical en el eje del rostro para darle un aspecto tribal. Mientras tanto también voy afilando el palo de escoba para convertirlo en un bastón para el rebaño. Muy africano todo.
Para ir finalizando, le damos un poquito de masa corporal a Germán con la herramienta Licuar, corregimos la posición de sus patas a una más natural, si se le puede llamar así, y en una capa en modo Superponer añadimos sombras y brillos que generan una impresión de pelaje reluciente y crea un cuerpo más voluminoso. Y aquí está el resultado, como siempre, la original en flickr en alta resolución pinchando en cualquiera de las imágenes ¡¡Seguidme en Twitter!!
Contenidos originales, por Juan Manuel Molleví
Distribuye libremente pero siempre reconociendo la autoría.
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